Cultura y Social

La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entregó tres nuevas Declaraciones de Interés

El Cuerpo Legislativo destacó a la Asociación Genovesa Argentina Carboneros Unidos, al proyecto “Mundo Patricios” y a la obra teatral “Aquella máquina de coser…por el mundo adelante”.


Los legisladores de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires declararon de Interés Cultural a las actividades desarrolladas por la “Asociación Genovesa Argentina Carboneros Unidos”, por su aporte a la difusión de la hermandad Ítalo-Argentina y Genovesa-Porteña. El acto se llevó a cabo en el Salón Presidente Alfonsín y contó con la presencia de la diputada y autora del proyecto, Gimena Villafruela, quien estuvo acompañada por el presidente de la Asociación Genovesa Argentina, Sergio Brignardello.

En el inicio de las alocuciones, Villafruela dio la bienvenida “a la Casa Legislativa, nuestra casa de diálogo y encuentro de la Ciudad de Buenos Aires”. Luego recordó que hace 124 años se fundó la primera sociedad cosmopolita Carboneros Unidos y señaló que siempre preservó “la identidad, los valores y el hacer comunidad”. Y agregó: “Hoy celebramos no solo una historia de tradición, sino que también celebramos un testimonio de hermandad entre países hermanos como Italia y Argentina, haciendo foco en nuestra Ciudad”.

Por su parte, Brignardello agradeció el proyecto hecho por la legisladora: “Este reconocimiento representa una caricia para el rumbo que estamos transitando; y fundamentalmente, nos genera un compromiso para seguir haciéndolo de la mejor manera posible, difundir la hermandad ítalo-argentina y genovesa-porteña”.

La Asociación Genovesa Argentina Carboneros Unidos (AGACU) tiene sus orígenes a principios del siglo XX, cuando Buenos Aires era una ciudad en pleno auge. Este desarrollo fue impulsado por una intensa inmigración proveniente de diversos países, especialmente de Italia y España, así como por la relevancia de un sector esencial en aquel tiempo tanto para los comercios como para los hogares: las carbonerías.

La mayoría de estas carbonerías estaban en manos de italianos provenientes de Liguria, aunque no exclusivamente. Por esta razón, el 10 de marzo de 1901, se fundó con el nombre de "Sociedad Cosmopolita Carboneros Unidos" con los siguientes objetivos principales establecidos en su estatuto: fomentar la amistad y el interés común entre todos los miembros del gremio de carboneros, defender los derechos del gremio y brindar protección a los socios ante dificultades en sus negocios o problemas de salud. Cinco años después de la fundación de la Sociedad Cosmopolita, en la Asamblea General, celebrada el 18 de marzo de 1906, se acordó formar una cooperativa entre los socios para participar directamente en el negocio comprando a los productores.

Se estima que para el comienzo de la década de 1920 existían más de 4.000 carbonerías en la Ciudad de Buenos Aires. En este contexto, el 1 de septiembre de 1921 se forma la “Sociedad Protectora de Carboneros Minoristas del Oeste”, cuya sede estaba ubicada en José Martí 657, en el barrio de Floresta.

Luego, el 16 de agosto de 1928, el Ministerio de Justicia e Instrucción Pública concede la personería jurídica a la Sociedad Cosmopolita Carboneros Unidos, firmada por el presidente de la Nación, Marcelo Torcuato de Alvear2 . Asimismo, en esa fecha, también se cambia la denominación de Sociedad a Asociación, y para ese momento, la Sociedad contaba con aproximadamente 300 socios. En 1935 se realiza la compra de la sede ubicada en la calle Venezuela 2931 / 37 / 39 / 45, efectuándose la escritura finalmente el 30 de diciembre de 1937.

Luego, se declaró de Interés Cultural y Social al proyecto institucional denominado “Mundo Patricios”. La celebración se realizó dentro del Salón Montevideo y estuvo encabezado por el legislador e impulsor de la iniciativa, Juan Pablo O’Dezaille, junto al presidente de la Cooperativa Gráfica Patricios, Gustavo Ojeda; Kike López, en representación de La Gráfica Cultural; la directora de la Escuela Trabajadores Gráficos, Graciela Nieto; y Lucas Molinari, de Radio Gráfica.

Después de brindar la bienvenida a la Legislatura, O’Dezaille destacó el rol de “Mundo Patricios” como proyecto referente en la Ciudad de Buenos Aires. Además declaró que la declaración “es un orgullo” y señaló: “Este es un proyecto que implca la potencialidad de crecer, fortalecerse y abrirse a la comunidad”. Por su lado, Ojeda rememoró cómo nació la iniciativa y concluyó: “Lo que más me motivó en la lucha fue mi hija”.

Mundo Patricios es un proyecto comunitario que surgió a partir de la recuperación de los ex Talleres Gráficos Conforti por parte de sus trabajadores. Hoy este espacio no solo es una imprenta, sino que ha crecido para convertirse en un polo de trabajo, comunicación, salud, educación y cultura. Es un proyecto inspirador que demuestra cómo la unión y la autogestión pueden transformar una empresa recuperada en un espacio de desarrollo integral para toda una comunidad.

Por último, el Salón Dorado fue el escenario para la declaración de Interés Cultural a la obra teatral “Aquella máquina de coser…por el mundo adelante”, sobre textos de Mirta Mato y dirigida por Ana María Bovo. La diputada, Inés Parry, fue la creadora del proyecto y quien participó del acto, junto a las mencionadas autoras.

“Aquella máquina de coser...por el mundo adelante” o “polo mundo adiante” (en gallego) es una historia familiar contada como a retazos, en forma de teatro relato. Esta historia verídica es narrada y protagonizada por Mirta Amato. Es el relato de sus padres, que huyeron de Galicia poco tiempo después de que se instalara el franquismo en España. Es la historia de sus padres en Argentina, desde la mirada de esa niña joven, que convivía con recuerdos gallegos en las pensiones y casa porteñas donde vivieron. Entre otras memorias personales.

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