Sabías que la Ley de protección...
Entre ellos que la familia, la sociedad y el Gobierno de la Ciudad, tienen el deber de asegurar con absoluta prioridad, la efectivización de los derechos a la vida, a la libertad, a la identidad, a la salud, a la alimentación, a la educación, a la vivienda, a la cultura, al deporte, a la recreación, a la formación integral, al respeto, a la convivencia familiar y comunitaria, y en general, a procurar su desarrollo integral.
Tienen prioridad en la:
a. protección y auxilio cualquiera sea la circunstancia;
b. atención en los servicios públicos;
c. asignación de recursos públicos en la formulación y ejecución de políticas en las áreas relacionadas con la efectivización y la protección de los derechos de la niñez, la adolescencia y la familia;
d. consideración y ponderación de las necesidades y problemáticas de la comunidad local a la que pertenecen.
Respecto a si hubiera alguna conducta ilícita que se les atribuya, los niños, niñas y adolescentes son considerados inocentes hasta tanto se demuestre su culpabilidad y cuentan con todas las garantía procesales.
Tienen derecho a la identidad: a una nacionalidad, a un nombre, a su cultura, a su lengua de origen, a su orientación sexual, al conocimiento de quiénes son sus padres y a la preservación de sus relaciones familiares.
También tienen derecho a la integridad biopsicosocial, a la intimidad, a la privacidad, a la autonomía de valores, ideas o creencias y a sus espacios y objetos personales.
Y por ningún medio de comunicación social, público o privado, podrá difundir información que identifique o pueda dar lugar a la identificación de niñas, niños y adolescentes a quienes se les atribuya o fueran víctimas de la comisión de un delito.
Tienen derecho a ser oídos en cualquier ámbito cuando se trate de sus intereses.
Es deber de la familia, la sociedad y el Gobierno de la Ciudad proteger la dignidad de niños, niñas y adolescentes impidiendo que sean sometidos a trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio, a prostitución, explotación sexual o a cualquier otra condición inhumana o degradante.