El Cuerpo Legislativo declaró a Norma Morello como Personalidad Destacada
La maestra fue reconocida por su labor en el campo educativo, en donde llevó una carrera como docente, activista comunitaria y alfabetizadora, acercándose a espacios vulnerables.
Esta tarde, los legisladores de la Ciudad declararon como Personalidad Destacada en el ámbito de la Educación a la maestra Norma Morello. El acto se realizó en el Salón Montevideo y contó con la presencia de la homenajeada y de la diputada y autora del proyecto Claudia Neira.
En el inicio de los discursos, Neira calificó a la distinción de “estricta justicia”. Además destacó que una mejor ciudad y un mejor país “se construye con mucho trabajo silencioso, que muchas veces no tiene reconocimiento o que muchas veces la gente masivamente no lo ve”. Y determinó: “Para nosotros es esencial llevar la educación a los barrios donde más necesitan, a los chicos y chicas que merecen, que tienen derecho a tener la oportunidad de poder construir un futuro”.
Por su parte, Morello agradeció “con el alma” a la Legislatura por la distinción. También distinguió a muchos de sus compañeros presentes, rememoró su trabajo en la Villa 31 y concluyó: “Espero que todos podamos hacer un mundo mejor”.
Norma Morello nació en la ciudad de Goya, Corrientes, en el año 1940. Se desempeñó como maestra normal, pero por sobre todas las cosas como educadora popular y rural. Tuvo una destacada labor como alfabetizadora en Corrientes y Buenos Aires, y también como activista comunitaria. Sus comienzos en la tarea de la alfabetización comenzaron en los años 60, donde comenzaría a militar en los grupos rurales, relacionado con el Monseñor Devoto y el movimiento del tercer mundo.
Como militante, fue perseguida en distintos gobiernos militares. En el año 1971, Norma fue secuestrada por el Ejército mientras se dedicaba a la enseñanza rural, en Goya, su ciudad natal. Fue liberada meses después, luego de no haberse presentado un cargo en su contra, ni haber tenido contacto con la lucha armada de ningún tipo. Su caso fue uno de los primeros en materia de detenciones ilegales y tortura denunciados en el país. También tuvo una intensa labor en materia de alfabetización en la Villa 31 de Retiro. Precisamente como comenzó en Goya, acercándose a aquellos lugares más vulnerables para aportar su trabajo como docente.