La Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina galardonó a 5 mujeres por sus tareas de fe y solidaridad, como lo viene haciendo desde 2004.

Mujeres distinguidas

Cinco mujeres fueron distinguidas por sus tareas solidarias y el bien común en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. El diputado Claudio Cingolani (VJ) felicitó por la iniciativa a la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina -ACIERA, que desde 2004 lo viene haciendo anualmente: “este es un clásico, 15 años de reconocer a mujeres ejemplares, de mucho esfuerzo; aunque sus vidas que no salen en los diarios, con mucho esfuerzo cambian los valores, por lo que agradecemos a cada una de ellas”, afirmó el legislador. 


Las galardonadas fueron Alicia Susana Carratú, médica infectóloga egresada de la Universidad de Buenos Aires -UBA; María Romina Girotti, egresada de la Universidad Nacional del Sur y especialista en inmuno oncología; Celsa Álvarez de Tessey, tejedora de mantas y mantillas para los bebés que nacen en la maternidad Sardá; Alicia Gutiérrez, Dama Rosada de la maternidad Sardá; Raquel Reisvig de Pinatti, trabajadora de la comunidad wichi y directora de la escuela en la misión evangélica en Laguna Yacaré de Formosa y a Roxana Trochel, ex agente de la Policía de la Ciudad (post mortem).

Miembros del Consejo Directivo se manifestaron felices y emocionados por los reconocimientos a aquellas que desde la fe cambian la vida de la gente y así celebraron el Día de la Mujer. Rubén Proietti, presidente de ACIERA, valorizó que el premio luego de 15 años de permanencia y celebró este 2019 con más fuerza que nunca, para defender la vida.

Susana Calot de Ibarbalz, presidenta de ACIERA mujer, afirmó que las distinguidas son “quienes trabajan por el bien de los argentinos y la Argentina”. Criticó “el trato grosero de la mayoría de los medios de comunicación y redes sociales, donde se cosifica a la mujer” y frente a la “chabacanería y vulgaridad”, es necesario valorar a la “mujer sabia, que no tiene que ver solo con la formación académica”, la honestidad y “la tarea sublime de dar vida”. Cabot de Ibarbalz reivindicó la igualdad de oportunidades en lo laboral y económico y afirmó que “entre el hombre y la mujer hay complementariedad y no competitividad”.

DGPrensa
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