Reconocimiento a INBIRS y FUNDALER
Durante un acto en el Salón Alfonsín fueron declarados de Interés Educativo y Sanitario las actividades llevadas a cabo por la Fundación para el Estudio del Asma y otras Enfermedades Alérgicas (FUNDALER) y por el Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS). El diputado Sergio Abrevaya (GEN) fue autor de las iniciativas de reconocimiento para ambas instituciones médicas de importante labor para la salud pública de los ciudadanos porteños.
FUNDALER
La Fundación para el Estudio del Asma y otras Enfermedades Alérgicas (FUNDALER) trabaja desde 1982 en diferentes actividades para prevenir, evitar complicaciones y contribuye a la reinserción del paciente con asma en una vida normal y por una mejor calidad de vida. Se estima que uno de cada cinco habitantes de nuestro país sufre algún tipo de afección alérgica. La principal es el asma, enfermedad crónica que produce la mayor causa de ausentismo escolar y laboral en el mundo.
Abrevaya reveló que “mi esposa tuvo de chica asma y lo padeció y enfrentó con tratamiento psicológico y medicación; lo que causó un impacto en su vida muy grande”. Por eso consideró, al haber conocido el problema de cerca, que FUNDALER es muy importante, ya que realiza “un trabajo de interés continuo”; se ocupa de un problema que afecta a casi un millón de argentinos, con actividades gratuitas plantadas por profesionales, tanto para curar como para prevenir.
Pablo Moreno, presidente de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica, afirmó que “FUNDALER cumple un rol fundamental al educar al paciente que sufre el asma y a todos los que están involucrados en la enfermedad”, ya que todos aquellos que rodean a quienes lo padecen deben aprender a lidiar con ella e incluye a familiares, maestros, profesores de educación física, farmacéuticos y demás personas. El médico destacó la combinación del tratamiento médico junto con la actividad física, para una mejor calidad de vida del paciente.
Natalio Salmún, presidente de FUNDALER, agradeció al Consejo de Administración y los voluntarios que hacen posible todas las actividades de la Fundación. Recordó que en 1997 se firmó un convenio con la Secretaría de Deportes de la Nación que posibilitó el programa de actividades deportivas para pacientes con asma, que se realiza hasta hoy todos los sábados en el CENARD. El médico recordó que “siempre luchamos por una ley de asma, para que todos los pacientes puedan realizar el tratamiento adecuado y el control total de la enfermedad”. Al finalizar el acto, los integrantes de FUNDALER agradecieron la distinción.
INBIRS
El Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (INBIRS) remplazó al Centro Nacional de Referencia para el Sida (CNRS) creado en 1987. Hoy se ocupa principalmente del HTLV, un retrovirus muy antiguo, homólogo en los simios, a partir de los cuales se transmitió a los humanos. Al igual que el virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH), se transmite por vía sexual, de madre a hijo, especialmente por el amamantamiento prolongado, por transfusión de sangre, trasplante de órganos y por intercambio de agujas contaminadas o accidente. Fue descubierto en la década de 1980, pero luego el HIV fue el que acaparó la mayor atención.
El HTLV fue reportado por primera vez en 1989 en la Argentina, en usuarios de drogas inyectables de la Ciudad de Buenos Aires. En 1993, se observó que era endémico (3-15%) en aborígenes tobas y wichis de la región chaqueña y se confirmó la importancia de la transmisión por lactancia. El HTLV es endémico en el sur de Japón, Caribe, África tropical y algunos países de América (especialmente Perú), Melanesia y Australia (tasas de 40% en algunas comunidades de pueblos originarios)
Abrevaya consideró que el INBIRS es de vanguardia para la salud en la Argentina y la Ciudad como otras organizaciones “de punta, por sus logros”. “Estamos reconociendo las acciones de sus profesionales, ya que en el Instituto se combinan dos instituciones muy prestigiosas, la UBA (Universidad de Buenos Aires) y el CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas)”, agregó.
Liliana Martínez Peralta, profesora titular en la Facultad de Medicina (UBA) y ex investigadora del CNRS, recordó que siempre estuvo al servicio y “atención a las acciones contra esta enfermedad tan desdichada. Explicó que el HTLV, está dentro de la familia del HIV, y que en su evolución puede causar leucemia (cáncer de gran mortalidad) o problemas neuronales con parálisis. Contó que el HTLV se descubrió en 1980, mientras que el HIV, en 1983.
En Argentina, desde 2005 se hace el testeo de HTLV a los donantes de sangre. Luego siguieron los testimonios de pacientes. Ema Moyano contó que en 2018 fallecieron sus dos hermanos por HTLV, aunque finalmente dieron con el diagnóstico, rastreando en la genealogía familiar del norte argentino. Sus abuelos, fallecieron de leucemia y el virus habría sido transmitido de padres a hijos.
Lautaro Navarro de 22 años, explicó que “hace 4 años que empecé con los síntomas de la enfermedad, que me la contagiaron por medio de una transfusión”, aunque agradeció al equipo médico por la correcta detección, que le permite estar dando testimonio hoy en la Legislatura.
Mirna Biglione, investitgadora del CONICET, docente en la UBA y responsable del grupo HTLV en el INBIRS, destacó que en sus labores puede combinar su formación como médica e investigadora. Afirmó que es una satisfacción trabajar por la salud pública y que es quien da “la primera contención a las personas que vienen a hacerme la consultas médicas”. Afirmó que es necesaria la perseverancia, tranquilidad y convicción para luchar contra el HTLV junto a pacientes, investigadores, médicos y equipo. El equipo del INBRIS agradeció el reconocimiento; aunque alertó que el HTLV, tanto en su diagnóstico como en el tratamiento de sus patologías, representa un gran desafío los profesionales de la salud.