Se entregaron dos declaraciones de interés
El Cuerpo Legislativo reconoció a la Red Coral Argentina y al libro “El Estado en la Era Meta, del Estado Inteligente al Estado Inmersivo”, de Maximiliano Campos Ríos.
El Cuerpo Legislativo de la Ciudad declaró de Interés Cultural a las actividades desarrolladas por la Red Coral Argentina y de Interés para la Comunicación Social y la Cultura al libro “El Estado en la Era Meta, del Estado Inteligente al Estado Inmersivo”, de Maximiliano Campos Ríos. El primer acto se desarrolló en el salón San Martín y contó con la presencia del legislador y autor del proyecto Roy Cortina y el Director General de la Red Coral Argentina, Hugo Castro.
En el inicio de las alocuciones, el diputado dio la bienvenida a la celebración “de la música y el canto coral” y felicitó a Castro: “Es un gran protagonista de los gigantescos avances que hemos logrado en este año de trabajo coordinado”. Además resaltó el hecho de que el proyecto fue aprobado por unanimidad, “en el marco de un trabajo muy intenso para difundir el canto coral en la Ciudad de Buenos Aires”.
“Este momento es muy especial”, contó Ríos al momento de recibir la distinción. También rememoró los comienzos de la Red Coral Argentina y agregó: “Jamás hubiésemos pensado ser distinguidos con este diploma de honor”. Y concluyó que sus integrantes son “empecinados, donde cada integrante no es una sociedad o más, sino un nodo o un nudo de esta trama que pretende ser y que tejemos entre todos”.
La Red Coral Argentina, cuya sede principal se encuentra en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, nació en 2007 con el objetivo de transitar nuevos caminos y explorar recursos de promoción humana a partir de la capacidad y la confianza en el alcance de la acción colectiva.
El principio fundante de la organización es consolidar un espacio que nuclee no solo a directores, sino a todos los protagonistas del quehacer vocal y coral, incluyendo a coreutas, directores, músicos, promotores del canto coral y comunitario, profesionales de la comunicación, musicoterapeutas, docentes, estudiantes de dirección, arregladores y otros rubros vinculados con la actividad coral.
Luego, el salón Presidente Alfonsín fue el escenario para el reconocimiento al libro “El Estado en la Era Meta, del Estado Inteligente al Estado Inmersivo”. Allí, el legislador y autor de la iniciativa Marcelo Guouman resaltó: “Maxi es un intelectual, siempre logramos entendernos y empatizar rápidamente respecto de lo correcto en el proceder de ese momento. Eso es la política”.
A su vez detalló su carrera profesional y académica. Y declaró, en base a la obra: “El libro es un brillante acercamiento al Estado, a su capacidad de mandar y de imponer. Pero sobre todo es una mirada sobre la actualidad de la administración pública. Maxi acerca la dimensión de la burocracia como servicio público hecha por y para los ciudadanos y todas las formas en las que puede enriquecerse a través de los nuevos avances tecnológicos”.
Finalmente Ríos agradeció a Guouman y a todo el Cuerpo Legislativo y rememoró: “Los años de compartir la gestión fueron muy enriquecedores. Una de las cosas más lindas de transitar la gestión pública es la oportunidad de aprender en público y de diferentes personas y tener una diversidad en las visiones”. Y abogó por “la construcción de una narrativa sobre lo público”.
“El Estado en la Era Meta, del Estado Inteligente al Estado Inmersivo”, de Maximiliano Campos Ríos, es una obra que da cuenta de las profundas transformaciones que la tecnología está produciendo en la sociedad y de su impacto en el Estado, la burocracia, los trámites y la forma en la que se implementan políticas públicas.
Los cambios tecnológicos significaron no sólo el pasaje de un mundo analógico a un mundo digital, sino también un cambio en nuestras conductas y hábitos. Los avances en el campo de la robótica, la masificación de internet, el surgimiento del ciberespacio y los nuevos algoritmos consolidaron una sociedad basada en el conocimiento y la información.
Esta nueva era también ha sido posible debido al impacto que generó la crisis del COVID-19, los largos periodos de cuarentena que experimentaron varios países y la necesidad, ante ese escenario, de continuar con nuestra vida por distintos caminos llevaron a un salto en la utilización de un sinfín de avances tecnológicos que puso a prueba a toda la sociedad. La inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) y el uso de un cúmulo de tecnologías que posibilitan a una persona estar presente en un espacio sin salir de su casa han desafiado todo lo escrito, e incluso previsto, hasta el momento.